Todos llevamos una historia dentro
Una que no empieza ni termina con nosotros. Somos la suma de quienes vinieron antes: sus decisiones, sus aciertos, sus luchas y hasta sus silencios. Pero también somos algo más: somos el siguiente capítulo de esa historia, con la libertad de escribirlo a nuestra manera.
Cuando nos detenemos a mirar hacia adentro, empezamos a notar las raíces que nos sostienen. Esas raíces están llenas de las vivencias de nuestros abuelos, bisabuelos y generaciones anteriores. Todo lo que vivieron dejó una marca que llevamos en nuestro cuerpo, nuestras emociones y hasta en nuestra forma de ver el mundo. Reconocer esto no es para cargarlo como un peso, sino para entender de dónde venimos y cómo queremos avanzar.
Este viaje no se trata de quedarse en el pasado, sino de usarlo como base para entender quiénes somos hoy. Somos parte de algo mucho más grande, pero también tenemos el poder de elegir nuestro propio camino. Al conectar con esa historia, podemos abrazar lo que nos dieron, soltar lo que ya no nos sirve y avanzar con lo que nos inspira.
Ser nosotros mismos no significa alejarnos de nuestros ancestros. Al contrario, es reconocer que somos ellos… y mucho más. Lo que hagas hoy tiene el potencial de honrar su legado, pero también de transformarlo.
Así que, da un paso hacia adentro. Mira tu historia con curiosidad, conecta con tus raíces y, sobre todo, confía en tu capacidad para caminar tu propio camino.